A principios del siglo XVII se erige un edificio que lleva la fecha de 1622 inscrita en su fachada. Originalmente fue la Casa de la Cofradía de San Cosme y San Damián, la cual desempeñaba un papel crucial en la administración económica, social y política de la localidad, ya que La Portellada era en ese entonces un barrio de La Fresneda. Sin embargo, con la llegada de la época moderna, se observa un aumento en el poder civil a expensas del poder eclesiástico en la organización municipal. Un cambio notable tuvo lugar entre la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII, marcado por la construcción de Casas Consistoriales monumentales en la comarca.
Esta joya arquitectónica exhibe un estilo renacentista y se caracteriza por sus paredes de sillería. Su estructura sigue el patrón típico de otros ayuntamientos en la comarca: la planta baja, con su lonja y prisión; la planta noble en el primer piso; y una segunda planta con una galería de ventanas de medio punto.
Este edificio se construye en 1622, pero ¿sabías desde cuándo pasa a ser oficialmente la Casa Consistorial?
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En 1784, cuando el rey Carlos III otorgó a La Portellada el título de villa y, por ende, jurisdicción civil, el edificio se transformó en la Casa Consistorial.
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Hasta el día de hoy, el edificio sigue siendo el centro de las tareas administrativas y de representación política de la población. En 1982, fue merecidamente declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C), un testigo excepcional de la historia y el legado de la región.
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