La ruta que conecta La Portellada y Fórnoles es un hermoso sendero que prácticamente se adentra en el bosque. Además, ofrece la oportunidad de realizar un pequeño desvío para descubrir la ermita de San Antonio, también conocida como la Cueva de San Antón. A solo 500 metros de la localidad, encontrará una señal de PR que le indicará el desvío hacia el camino.
Esta encantadora ermita se encuentra oculta bajo una gran roca que le sirve de protección y abrigo, creando un lugar único y pintoresco en plena naturaleza.
¿Te puedes imaginar cuáles fueron las técnicas de construcción de esta curiosa ermita?
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Es una construcción bastante singular, ya que prácticamente está excavada en la roca. La única estructura construida es un muro de mampostería que cierra el espacio y sirve como acceso a la ermita, que utiliza la propia roca como su cubierta natural.
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La ermita de San Antonio se encuentra en la falda de un cerro que está completamente cubierto de pinos.
La puerta de entrada presenta un diseño de arco de medio punto, construida con sillares, y en la clave del arco se puede apreciar un escudo con tres barras. Es posible que en el pasado, en su interior, hubiera varias dependencias, ya que todavía existen restos de muros. Un lugar histórico y pintoresco en pleno entorno natural.