La cárcel de Ráfales es una de las mejor conservadas en la comarca del Matarraña. Su estructura es muy similar a la de la cárcel de La Fresneda. Esta cárcel se ubica en la planta baja del ayuntamiento, al igual que la mayoría de las cárceles de la región.
Para acceder a la cárcel, se atraviesa una robusta puerta de madera con herrajes. Luego, se suben unas estrechas escaleras que conducen a las celdas. Estas celdas están excavadas en el suelo, creando una especie de pozo que solía cerrarse con maderos en la parte superior. Los presos eran encerrados en este espacio.
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Lo destacable es que el calabozo se encuentra prácticamente intacto, ya que no se han realizado reformas o alteraciones en su estructura original.
La cárcel se sitúa en la planta baja del Ayuntamiento, con una entrada independiente, y es de acceso libre, lo que permite a los visitantes explorar este interesante vestigio histórico.