La construcción de lavaderos públicos facilitó la tarea de lavar la ropa que previamente se realizaba en el barranco de Torre de Arcas, que pasaba cerca de la población. Además de mejorar las condiciones de esta actividad, los lavaderos se convirtieron en un importante lugar de encuentro y conversación para las mujeres encargadas de lavar la ropa.
Estos lavaderos públicos datan de las primeras décadas del siglo XX. En posteriores renovaciones, algunas partes de los lavaderos se cubrieron con cemento, incluyendo las piedras de lavar y las paredes, como todavía se puede ver en algunas secciones. Aunque en 1975 se instaló el agua corriente en las casas, los lavaderos públicos continuaron utilizándose ocasionalmente para lavar piezas de gran tamaño.
¿Conoces la expresión “feer safareig”? ¿A qué hace referencia?
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“Fer safareig” es una expresión en catalán que se refiere a chismorrear, hablar de asuntos públicamente y, en general, a satisfacer la curiosidad y pasar el tiempo mientras se realiza alguna actividad, en este caso, lavar la ropa en un lavadero público. La etimología del término “safareig” que proviene del árabe “saharij” y hace referencia al lugar donde se lavaba la ropa y se comentaban todo tipo de temas, añade un matiz cultural interesante a esta expresión.
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El diseño general de estos lavaderos sigue un patrón común: una gran balsa rectangular dividida en dos áreas, una para lavar, ubicada en la parte donde se encuentra el desagüe, y otra para aclarar, situada en la zona por donde entra el agua limpia. La fabricación de jabón también era parte de las tareas domésticas, y para ello se aprovechaba el aceite usado o la ceniza.
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