La Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol tiene una interesante historia arquitectónica que combina elementos góticos y barrocos.
La construcción original de esta iglesia se remonta al siglo XIV. Sin embargo, por motivos que desconocemos, las obras quedaron paralizadas durante un largo periodo. Estas se reemprendieron en 1354 cuando el arzobispo de Zaragoza ordenó que se pagaran los costes de su construcción con los fondos de las primicias durante diez años y encargó esta fase de la obra al maestro cantero de La Fresneda Martín Moix con la obligación de terminarla en tan solo tres años.
En el siglo XVIII, muy probablemente, se realizaron obras de ampliación en estilo barroco, lo que llevó a la construcción de dos naves laterales, la sacristía, un coro alto en la parte delantera y la imponente torre campanario. Esta torre campanario se destaca como el elemento más prominente en la silueta de la población y consta de cuatro cuerpos rematados por un chapitel piramidal coronado por una cruzveleta de forja.
Estos cambios arquitectónicos a lo largo de los siglos reflejan la evolución de la iglesia y su importancia en la comunidad local, así como la influencia de diferentes estilos arquitectónicos en su diseño y decoración.
Sigue leyendo
El templo se caracteriza por su construcción en piedra de sillería y consta de tres naves. La nave central y la portada corresponden a la iglesia original de estilo gótico. Esta nave principal tiene una cubierta de crucería y se divide en tres tramos separados por arcos apuntados. Se extiende hacia el ábside, que originalmente era pentagonal. La iglesia presenta una rica decoración escultórica de estilo gótico en las claves y capiteles, que incluye motivos vegetales, heráldicos, fauna y escenas religiosas.