El pozo antiguo del pueblo, de origen árabe, situado en la Vall del Riu, tenía un papel fundamental en la vida cotidiana de la población. Antiguamente, antes de que el agua corriente llegara a las casas, este pozo era la principal fuente de abastecimiento de agua para los habitantes de la localidad.
Además de su función básica de proporcionar agua potable, el pozo también desempeñaba un papel social importante en la comunidad. Durante muchos años, se convirtió en un lugar de encuentro para la juventud, especialmente al caer la tarde. Era un punto de reunión donde los jóvenes se congregaban para socializar, entablar conversaciones, hacer amistades e, incluso, se consideraba un lugar propicio para el inicio de romances y relaciones de noviazgo.
Hay una graciosa canción que hace referencia a los encuentros de los jóvenes. ¿Te gustaría conocerla?
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Quan vaig a abeurar les mules
al Pou de la Vall
acudixen les mosses
lluint los devantals
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En ese sentido, el pozo no solo cumplía una función práctica al proporcionar agua, sino que también tenía un valor cultural y social al servir como un espacio donde las personas se encontraban y establecían conexiones sociales en la comunidad. Estos tipos de lugares, que fomentan la interacción y el tejido social, son a menudo parte integral de la vida en las poblaciones más pequeñas y tradicionales.