Portal de Bergós


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En la trama medieval de Valderrobres, los portales que atravesaban sus murallas desempeñaban un papel esencial. Estas murallas comenzaron a construirse alrededor de 1390, cuando el arzobispo García Fernández de Heredia solicitó al rey Juan I el Cazador el permiso para fortificar Valderrobres, un permiso que posteriormente confirmaría Martín I. Es probable que en el entorno de Valderrobres ya existieran murallas más antiguas, datando de la conquista cristiana en 1169, y que necesitaran reparación o ampliación debido al crecimiento de la población en la época del arzobispo García.

Estas murallas contaban con siete puertas, cada una de las cuales conducía a los pueblos circundantes. El Portal de Bergós, objeto de nuestra atención, servía como la salida que llevaba a la vecina población de Torre del Compte.

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Con el tiempo, cada una de estas salidas fue consagrada y asociada a la protección de un santo cristiano, y el Portal de Bergós se colocó bajo el amparo de la Purísima Concepción, como lo demuestra una hornacina en la fachada de una de las casas adosadas a la muralla, aunque hoy en día se encuentra vacía.

A lo largo de los años, las murallas y los portales mantuvieron su función defensiva y se renovaron en varias ocasiones debido a conflictos bélicos. En tiempos más recientes, la necesidad de proteger la villa de intrusos, saqueadores y bandidos reemplazó su función defensiva militar.

En la actualidad, el Portal de Bergós forma parte de una propiedad privada y se ha adaptado para su uso como vivienda en su parte superior, preservando así parte de la rica historia y arquitectura de Valderrobres.