El edificio Molina de la Vila, construido en piedra y con dos plantas sobre una planta rectangular, presenta características arquitectónicas notables. La planta baja de la fachada principal cuenta con un impresionante vano de acceso que se asemeja a una portada de amplias dimensiones. Este vano está rematado con arquivoltas sencillas de estilo arco de medio punto que terminan en sendos capiteles de corte clásico. La planta superior presenta una serie de vanos adintelados dispuestos en sentido vertical e irregular. Algunos de estos vanos tienen balcones con barandales de madera que se unen mediante balaustres.
Cuenta con una fachada adicional que da a la calle del Pilar. En esta fachada se puede observar un canal de piedra que está soportado por canales del mismo material. Este canal era utilizado para el paso de los desechos sobrantes del proceso de prensado de aceitunas.
Sobre este canal se disponen unos vanos rectangulares que servían para la iluminación del interior del edificio. Estos vanos están diseñados de manera similar a los balcones mencionados anteriormente, con estructuras de madera y cristal.
El edificio se remata con un alero de madera que se extiende generosamente y que cuenta con ménsulas para su soporte.
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En 1984, se realizaron reformas en el edificio que incluyeron la apertura de un nuevo acceso a la tienda en la fachada de la plaza. Esta transformación afectó también al interior, donde la zona originalmente destinada a la tienda fue reconfigurada como vivienda.Respecto a la maquinaria del horno, se conserva un horno original que no es giratorio, pero que aún funciona en la actualidad. Esto sugiere la persistencia de elementos históricos y funcionales dentro del edificio.