La Capilla de San Antonio en Cretas es una construcción singular y representativa de la zona del Matarraña. Aunque ahora funciona como una capilla dedicada a San Antonio de Padua, en su origen era un pasadizo en las antiguas murallas que rodeaban la población. Hasta el siglo XVI, se conocía como el Pasadizo de San Antonio. Posteriormente, se transformó en una puerta que permitía el acceso a la localidad.
Esta capilla forma parte de la rica tradición de portales-capilla en la región. En el caso de Cretas, fue en el siglo XVIII cuando se le añadió la función de capilla y se consagró a San Antonio de Padua, un santo venerado por su capacidad para interceder en causas consideradas imposibles. La capilla se accede a través de unas escaleras laterales, y en el pasado, es probable que una hornacina exterior haya albergado una figura del santo protector, aunque actualmente está vacía.
Contando con este, Cretas tenía 5 portales en sus murallas.
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En Cretas había otros cuatro portales: el de San Roque y el de Valderrobres, que todavía se conservan, y los desaparecidos portales de San Juan, lindando con la iglesia, y del Pilar, que se derribó en la década de 1930 para facilitar el acceso rodado a la población.
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Esta capilla forma parte de la rica tradición de portales-capilla en la región. En el caso de Cretas, fue en el siglo XVIII cuando se le añadió la función de capilla y se consagró a San Antonio de Padua, un santo venerado por su capacidad para interceder en causas consideradas imposibles. La capilla se accede a través de unas escaleras laterales, y en el pasado, es probable que una hornacina exterior haya albergado una figura del santo protector, aunque actualmente está vacía.