La Ermita de San Pedro Mártir se encuentra a la derecha del río Tastavins, en el término de Fuentespalda y cerca de los límites con otros municipios como La Portellada, Ráfales y Valderrobres. Es una construcción sencilla con paredes de mampostería y piedras de sillería en las esquinas. Consiste en una sola nave que se extiende hacia un gran atrio de entrada. En el atrio, se conservan varios grafitis incisos en las paredes, la mayoría de los cuales datan probablemente de los siglos XVIII y XIX.
Junto a la ermita se encuentran los restos de un antiguo molino de aceite. Destacan tres enormes pilares dobles que sostenían prensas de barra para la extracción de aceite. Este molino funcionaba con la fuerza humana y animal y tomaba agua del río Tastavins para el proceso de elaboración del aceite. La ubicación de un molino de estas dimensiones alejado de un núcleo urbano tenía sentido en la época, ya que la zona alberga numerosos olivares. Con los medios de transporte de la época, resultaba más práctico moler las aceitunas en el lugar donde se producían.
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Además, cerca de la ermita, se encontraron restos de una necrópolis que data de la Edad de Hierro, lo que agrega un elemento arqueológico interesante a la zona.
Cada año, en el sábado más cercano al 29 de abril, día de la festividad del santo al que está dedicada, los habitantes de Fuentespalda y localidades cercanas se reúnen para celebrar una romería en esta ermita.
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