La Ermita de San Miguel, construida en 1787, es una joya de estilo barroco en el término de Fuentespalda. Su fachada presenta una sencilla portada con un arco de medio punto y una ventana sobre la cual se encuentra la fecha de construcción. Un campanario curvo de espadaña coronado con florones adorna la parte superior. La ermita es de planta rectangular y está construida principalmente con paredes de mampostería, reforzadas con sillares en las esquinas.
Tiene un tejado a dos aguas en el exterior y una bóveda de medio cañón con lunetos en el interior. Grandes contrafuertes y un porche adosado al edificio en 1860 para guarecerse en caso de mal tiempo le dan su aspecto característico en el exterior. En la parte trasera se encuentra la casa del ermitaño.
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La ermita cuenta con un calvario que se desarrolla a lo largo del camino de ascenso, flanqueado por cipreses. El camino está marcado por pilares cuadrangulares que muestran representaciones de las estaciones del Vía Crucis en baldosas cerámicas en sus frentes. Cada pilar está rematado con una cruz de forja. Este Vía Crucis serpentea por un hermoso paraje con pinos, sabinas, romeros y otras especies autóctonas, y coincide con un tramo del sendero de ‘Pequeño Recorrido’ PR-TE 158, como se señala en un punto cercano a la ermita.
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San Miguel es un lugar de gran belleza y significado cultural en Fuentespalda, donde la arquitectura barroca se combina con la tradición religiosa y las festividades locales.
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