La Plaza Mayor de La Fresneda es un componente esencial de la expansión del tejido urbano que se produjo al final de la Edad Media, como resultado del crecimiento económico y demográfico de la localidad, además, es verdaderamente única en su diseño, ya que tiene una planta en forma de triángulo, una característica inusual para este tipo de espacios públicos.
En su lado oeste, destacan las imponentes casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, construidas en sillería y con fachadas majestuosas, portales decorativos y galerías de arcos de medio punto.
El lado este de la plaza está adornado con los soportales que la conectan con la calle mayor, un testimonio perfecto del trazado medieval de las calles de La Fresneda. En la base del triángulo se encuentra la Casa Consistorial, un edificio orgulloso que mira hacia la plaza con su fachada ceremonial, un enorme balcón, un reloj y un escudo con el fresno, el emblema de la villa.
Finalmente, en la punta del triángulo se encuentra el Arco de Xifré, un antiguo portal que servía como entrada a la villa cuando estaba rodeada por murallas.
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La Plaza Mayor de La Fresneda sigue siendo el corazón de la villa en la actualidad, un lugar que atestigua sus festividades y celebraciones.
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