La casa consistorial de Calaceite es un edificio construido a principios del siglo XVII, entre 1609 y 1612, y fue obra del cantero Pedro Pizarro. Este edificio de arquitectura renacentista tiene varias funciones y características.
En la planta baja, alberga una lonja porticada y una cárcel, testimonio de la historia de la justicia en la región. El vestíbulo, en la planta baja, alberga un espacio expositivo con distintos elementos históricos interesantes como una clave gótica que proviene del antiguo templo parroquial, un relieve que data de la segunda mitad del siglo XV y la antigua cruz gótica que se trasladó desde la plaza Nueva.
El primer piso es la planta noble y contiene el Salón de Plenos. En este salón, se encuentra un oratorio construido en 1613, un altar que ha sido restaurado recientemente y un crucifijo de madera del Santo Cristo, al cual se acudía en rogativa de lluvias. Además, el edificio conserva un importante archivo con pergaminos y otros documentos que datan desde el siglo XIII.
Por último, en la segunda planta se abre la típica galería con arquillos de medio punto característica de la arquitectura civil de la zona.
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Entre las penas y estatutos del siglo XVII, se mencionan la pena de muerte por ahorcamiento, el castigo de azotes, la pena de galeras y el destierro temporal y perpetuo. Además, se autorizan las penas de arrastramiento y descuartización.
Ahora podemos entender por qué estas Cárceles impartían tanto miedo en la población.
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El edificio del Consistorio de Calaceite cuenta en su primer piso con lo que en el pasado fueron cárceles temidas por los habitantes de la localidad. Actualmente, este recinto ha sido acondicionado para funcionar como una pequeña exposición y homenaje a la historia carcelaria de la región. Se han instalado paneles informativos que explican cómo actuaban las autoridades en esa época y detallan las historias de las personas que estuvieron encarceladas allí.
Desde la Edad Moderna, en Aragón, los pueblos tenían el derecho de legislar y aplicar justicia en una amplia variedad de asuntos, tanto penales, civiles, políticos como económicos, tanto de carácter público como privado, a través de sus estatutos locales. Estas leyes municipales tenían a menudo un rango jerárquico superior incluso a los fueros regionales, y se podían modificar, renunciar o contradecir. Las cárceles en ese contexto eran lugares donde se aplicaban sanciones y donde se detenía a aquellos que habían transgredido las leyes locales. Actualmente, esta antigua cárcel forma parte de la Ruta de las Cárceles del Mezquín-Matarraña y se puede visitar como parte de las visitas guiadas ofrecidas por la Oficina de Turismo de Calaceite, lo que proporciona una perspectiva interesante de la historia y el sistema legal de la región.