Casa Moix que divide la subida de les Roquetes en dos calles destaca por su impresionante balconada que se sostiene con ménsulas decoradas.
Este estilo constructivo en que la esquina se convierte en la fachada principal, donde se sitúa la balconada y su ménsula central, es poco
habitual. Seguramente, fue por esta inusual característica, además de por su sólida construcción con grandes sillares y dinteles con
decoración conopial, que fue escogida para ser reproducida en el Pueblo español de Barcelona con motivo de la organización de la Exposición Universal del año 1929. Además de esta casa, también se reprodujo la casa Jassà, situada en la Plaza. Este magnífico edificio de esquina está construido con dos fachadas de sillería y consta de cuatro plantas.
En la planta baja, se encuentra la portada que presenta un arco de medio punto de grandes dovelas fechado en 1767. Justo encima de la portada, en la primera planta, se pueden ver dos ventanucos con alfeizar y un diseño con forma conopial, además del gran balcón corrido en la esquina del edificio con un vuelo de piedra sostenido por ménsulas decoradas, también de sillería.
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En la segunda planta, a ambos lados de la fachada, se abren dos balcones con peana moldurada, y entre ellos, se encuentra un balcón de gran vuelo con ménsulas. En el piso superior, aparece una galería aragonesa con tres arcos de medio punto, que son más grandes de lo habitual, y una balaustrada interior de madera.
La fachada lateral del edificio es un gran muro de sillería con pocos huecos de ventana, lo que le da un efecto visual llamativo debido a la prominencia del macizo. Esta fachada también presenta una cornisa de piedra con molduras que añade un toque decorativo adicional al edificio.