La Iglesia Parroquial de la Asunción es una destacada obra barroca en la comarca. Su construcción comenzó en el siglo XVIII sobre los cimientos de la antigua iglesia gótica de Santa María del Pla, que databa de principios del siglo XIV y era de dimensiones más reducidas.
El templo es de considerable tamaño y se construyó utilizando mampostería y cantería. Presenta tres naves de igual altura con capillas laterales entre los contrafuertes, un crucero alineado en planta, de mayores dimensiones que las naves, y una cabecera poligonal. El testero de la iglesia se organiza a través de distintos espacios: la capilla mayor tiene una planta poligonal y es de igual anchura que la nave central, con una bóveda de lunetos; a ambos lados se sitúan dos capillas de planta cuadrada y cúpulas; en la parte posterior se ubica la sacristía, con una planta irregular que abarca toda la anchura del cuerpo de naves, conformando un edificio de planta rectangular. La torre del campanario se sitúa a los pies y tiene tres cuerpos con la característica decoración barroca, aunque el último, el que alberga las campanas, quedó inacabado. La construcción estuvo a cargo del maestro de obras Francisco de Ibargüens, y la iglesia fue consagrada en 1710.
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Se trata de columnas salomónicas y fue un recurso muy utilizado durante el período barroco, concretamente durante los siglos XVII y XVIII
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En el exterior de la iglesia destacan la torre y la fachada con tres puertas, de las que sobresale la principal a modo de retablo con las columnas salomónicas y las estípites características del barroco y los impresionantes clavos de forja de la puerta. Durante la Guerra Civil, el
edificio sufrió graves daños por un incendio y quedó en mal estado hasta que fue reconstruido. En 2001, se declaró Bien de Interés Cultural debido a su relevancia histórica y arquitectónica en la comarca. La parroquia, desde la Edad Media y durante siglos estuvo bajo la jurisdicción de la Diócesis de Tortosa, pero en 1957 pasó a formar parte de la Diócesis de Zaragoza.